Veganismo, ¿el estilo de vida más sostenible?

Son muchos los que ven el veganismo como una nueva alimentación que se ha puesto de moda. Ahora ser vegano es ‘cool’. Por eso, no es de extrañar que paseando por la ciudad nos encontremos cada vez con más restaurantes veganos perfectos para hacer el ‘postureo’ que tanto nos gusta en Instagram, que en los supermercados la oferta de ‘veggie food’ vaya en aumento y que incluso en McDonald’s puedas pedir una hamburguesa vegetariana. Para muchos el veganismo es eso, solo una moda. Pero, en realidad, va más allá y es importante conocer cuál es el significado de esta palabra para no caer en equivocaciones.

“El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica, se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima al uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales”, tal como lo definió Donald Watson, fundador de la Vegan Society e inventor de la palabra ‘vegano’. Esta filosofía implica, por tanto, rechazar tanto alimentos como artículos de consumo de origen animal, como la miel, la lana o las pieles. Asimismo, por el origen de sus componentes, también se evitan gran parte de los cosméticos y productos de limpieza que utilizamos.

Impactos en el entorno

El documental Forks Over Knives, un trabajo de Lee Fulkerson de 2011 sobre la dieta vegetariana, proporciona diversos argumentos para sustituir el consumo de productos de origen animal por otros de origen vegetal con el objetivo de conseguir un mundo más sostenible y justo, a través del testimonio de diversos investigadores: 

  • Se requiere 10 veces más cantidad de energía de combustibles fósiles para producir una caloría de alimentos de origen animal que para producir 1 caloría de origen vegetal.
  • Desde los años 70, se ha destruido el 20% de la selva amazónica y el 80% de esta área despejada ahora la ocupa el ganado.
  • Los cereales que consume el ganado mundial alimentarían a 8.700 millones de personas.
  • Con casi 1.000 millones de personas desnutridas en todo el mundo, usando sólo una porción de los cereales con los que se engorda al ganado, se podría alimentar a todas aquellas personas que pasan hambre.

En esta misma línea, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) afirma en su informe anual de 2016 que la agricultura y ganadería generan un 20% de las emisiones de efecto invernadero ysolo la industria energética tiene una responsabilidad mayor (47%) en el incremento de la temperatura del planeta por la producción de este tipo de gases.

Maylis Knispel y Paula Boquera, autoras del artículo.

Pero, ¿es posible ser un consumidor responsable y comprometido con el medioambiente y a la vez consumir productos de origen animal?

Existen otras alternativas, solo hace falta estar bien informados del origen de los productos que consumimos. Por ejemplo, consumir productos procedentes de ganadería sostenible sería una buena opción. Las cifras del informe de la FAO estiman que la adopción de prácticas sostenibles en ganadería podría reducir hasta un 41% sus emisiones de metano.

En conclusión, lo que hace falta en la sociedad es una plena concienciación del poder que tenemos cada uno de nosotros como consumidores para contribuir a mejorar el planeta y reducir nuestro impacto medioambiental. Adoptando un enfoque más ámplio, la decisión de ser vegano puede ser beneficioso a todos los niveles, subrayando el mayor cuidado hacia el medio ambiente cuyo resultado aflorará en las generaciones futuras.