Un año de récord

Luces y alguna sombra en el balance comercial de España en 2017. Por un lado, la bonanza exportadora parece no tener fin. Se ha batido el récord histórico: el año pasado las ventas en los mercados internacionales crecieron un 8,9% hasta alcanzar los 277.126 MEUR. La cara negativa fue el aumento de las importaciones, que crecieron un 10,5% hasta rozar los 302.000 MEUR.

En consecuencia, el déficit comercial se situó en 24.744 MEUR y la tasa de cobertura rozó el 92%. Es decir, que España podría pagar el 91,8% de lo que importa con lo que vende en el extranjero.

Pero pongamos el foco en algunos aspectos clave. El gran talón de Aquiles del sector exterior es, sin duda alguna, la factura energética. Y la escalada del precio del petróleo que se ha vivido en 2017 explica buena parte de los 20.721 MEUR de déficit energético. El resto del déficit comercial, hasta los 24.744 MEUR anteriormente citados, son consecuencia del tirón de la demanda interna y de la renovación de bienes de equipo importados por muchas empresas (4.023 MEUR).

Otro aspecto a tener en consideración es el número de empresas exportadoras: en 2017, aumentaron un 8,5% hasta las 161.000. Un número nada desdeñable, aunque realmente la cifra importante es cuántas de estas empresas son exportadoras regulares (esto es, que han exportado los últimos cuatro años). Y en este caso, la cifra se reduce considerablemente: solo 50.500 han conseguido esa regularidad vendedora. Bien es cierto que esas empresas exportan mucho, el 95% del total, y que cada año exportan más, pues sus ventas crecieron un 9,6% respecto a 2016. Uno de los retos pendientes es ampliar el número de empresas exportadoras regulares y que miles de las 111.000 que son exportadoras ocasionales consoliden sus ventas en los mercados internacionales.

Por sectores, hay que resaltar el peso destacado que tiene la automoción: el 16% del total exportado, muy similar al que tiene el sector agroalimentario y el químico. Los bienes de equipo, que agrupa ventas tan heterogéneas como material de transporte, ferroviario o buques, con material de telecomunicaciones y maquinaria para la industria, supone el 20% del total. El otro sector importante que complementa la punta de lanza de las exportaciones españolas es el textil y calzado con el 7%.

Un último aspecto a comentar: el patrón geográfico. En la última década se ha producido una creciente y necesaria dispersión geográfica de las exportaciones. Cada vez se vende más en las regiones más dinámicas, más pobladas y que mejores perspectivas de futuro tienen.

Hace 10 años, el volumen de ventas en Europa suponía el 80% del total. Hoy, ese porcentaje ha caído al 71%. Estos últimos años han crecido, y de manera muy notable, las ventas en Asia, América y África. El pasado ejercicio, la tendencia se ha mantenido, pero de manera más contenida. Por continentes, más allá de las cifras europeas, América recibió en 2017 el 10,7% de las exportaciones españolas; Asia, el 9,3%; y África, el 6,4%.